Durante muchos años, el debate sobre la equidad en la educación superior se ha centrado en las graves diferencias en el acceso de la población negra e hispana. También se ha tomado conciencia de que no basta con entrar en la universidad; los estudiantes negros e hispanos también tienen muchas menos probabilidades de graduarse.

Estudiantes
Existen graves desigualdades incluso entre los estudiantes que se gradúan de la universidad. Utilizando datos federales sobre el tipo de credenciales que obtienen los estudiantes y las carreras que estudian, este análisis descubre que, en comparación con los estudiantes blancos, los graduados negros e hispanos tienen muchas más probabilidades de haber asistido a universidades con fines de lucro y menos probabilidades de haber asistido a instituciones públicas de cuatro años o sin fines de lucro. Los graduados negros e hispanos también han asistido, por lo general, a instituciones que disponen de menos dinero para ofrecer una educación de calidad. Y están significativamente subrepresentados en campos importantes como la ingeniería y la educación, las matemáticas y la estadística, y las ciencias físicas.
Si las universidades estadounidenses eliminaran estas diferencias entre sus graduados -sin tener en cuenta las disparidades entre los que no llegan a graduarse-, un gran número de estudiantes tendría una credencial diferente. El análisis de los datos federales sobre el número de títulos y certificados obtenidos por estudiantes negros, hispanos y blancos entre 2013 y 2015 muestra que si los graduados negros e hispanos obtuvieran cada tipo de título al mismo ritmo que sus compañeros blancos, más de un millón más habrían obtenido un título de grado en solo esos tres años.
Estas diferencias también se manifiestan en los campos en los que los estudiantes reciben su título de grado. Por ejemplo, si los estudiantes negros e hispanos tuvieran la misma probabilidad de especializarse en ingeniería que los blancos, este país habría producido 20.000 ingenieros más entre 2013 y 2015. Es más, Estados Unidos tendría 30.000 profesores más de color si los estudiantes de color estuvieran representados por igual entre los graduados en educación.
Cuando se tienen en cuenta las disparidades de género, las desigualdades son aún más marcadas. Por ejemplo, los hombres blancos obtienen títulos de grado en ingeniería a un ritmo aproximadamente seis veces superior al de las mujeres hispanas y más de 11 veces al de las mujeres negras.
Metodología
Para entender el desglose entre los blancos, negros e hispanos que completan sus estudios universitarios en los Estados Unidos, este informe utiliza los datos de finalización de estudios universitarios del Sistema Integrado de Datos de Educación Postsecundaria (IPEDS) para todos los programas en todos los tipos de universidades en los Estados Unidos desde 2013 hasta 2015.3 Se eligieron estos tres años porque eran los tres años más recientes para los que se disponía de todos los datos necesarios para llevar a cabo el análisis. El análisis se limita a los receptores de títulos negros, hispanos y blancos debido a la larga historia de exclusión y brechas entre estos grupos y porque son los tres grupos demográficos más grandes representados en los datos.
Para calcular la fracción de las titulaciones de cada grupo racial que se producen en cada sector, nivel y especialidad analizados, el autor dividió el número total de las titulaciones de cada grupo en esa categoría entre el número total de titulaciones concedidas a estudiantes de esa raza. Cabe señalar que se trata de recuentos de credenciales, no de estudiantes. Esto significa que si un estudiante se gradúa con varias especialidades o realiza una licenciatura después de terminar su título de grado, se contará más de una vez en los datos. Para facilitar la redacción, el informe se refiere a veces a la fracción de graduados en un campo de estudio o tipo de escuela, pero esto no debe interpretarse como una indicación de que los recuentos examinados cuentan necesariamente con estudiantes distintos en cada caso.
Para cada una de las comparaciones del informe, el supuesto de partida es que en un sistema postsecundario en el que la raza no tuviera un impacto en la sociedad y no fuera un factor en el tipo de credencial que recibe un estudiante, la fracción de estudiantes que terminan en cada categoría sería la misma en todos los grupos raciales: serían estadísticamente independientes. En otras palabras, conocer la raza de un graduado no aportaría ninguna información nueva sobre su probabilidad de haberse graduado en un determinado tipo de escuela o con una credencial concreta. Esto es distinto de comparar el desglose racial por credencial con la fracción de la población que va a la universidad que representa cada grupo racial. Esta última comparación demostraría lo bien representado que está cada grupo racial en relación con el conjunto de la población. En cambio, la medida de este informe examina la representación de cada tipo de credencial entre los estudiantes de una raza determinada.